Add parallel Print Page Options

Los soldados y los guardias del templo cayeron de espaldas al suelo. Entonces, Jesús volvió a preguntarles:

—¿A quién buscan?

—A Jesús de Nazaret —respondieron de nuevo.

—Ya les dije que soy yo —contestó Jesús—. Si es a mí a quien buscan, dejen ir a mis seguidores.

Read full chapter